6.4.09

terra

Ayer pretendía hacer un ejercicio de escritura, soltar un poco la mano para salir del letargo físico y mental en el que me tiene el alcohol y las drogas. Sin embargo no me resultó del todo.

Pensé en lo mierda que me voy convirtiendo y que no puedo controlar.
No sé si me voy deshumanizando o no con todo esto. A veces creo que lo que más me gusta de mi es mi ego, mi hedonismo, mi placer, pero todo esto es lo que más odio, lo que más me hace dañar y no me deja querer a las personas.

Ya no sé si es más importante una calentura, un polvo, que una amistad. Ya no sé lo que significa eso de ser fiel. Entre salir con los ex y polol@s de tus amig@s ya no me queda punto de comparación. Sólo sé que mi alma se va haciendo cada vez más oscura y no sé por qué esta situación resulta tan exitante.

Quizás lo único positivo de estas situaciones es la exaltación, exitación y ansiedad con la que puedo mirar ese otro cuerpo y sentirlo tan cerca. Saber que no es mio, pero que aún así puedo poseerlo me pone a prueba, aumenta mi ego, lo expande hasta llegar a la líbido del otro.

Sí, a veces creo que toda esta situación es de lo mejor, pero cuando ya todo pasa, y la revolución de mis hormonas vuelve a niveles normales, no entiendo el por qué de mi cambio de ánimo. Vuelvo a ser esa mujer bipolar y casi insegura.

Hace dos noches salí con una chica, me la ligué a propósito, sólo para no levantar sospechas. Sin embargo en medio de la noche, y frente a muchos otros amigos la eché del departamento. Puedo recordar su cara cuando le decía "quiero que te vayas ahora, sin escándalo", y ella preguntando e intentando entender el por qué. ¿Cómo iba a decirle? No podía decirle que ya me había aburrido, que yo no estoy para machotas.. que "ayy dios!" no me puede llamar "amor" el primer día de ligue.

La muchacha con sus ojos tristes, y sin entender algo, se me fue a la mierda.

Así también yo, subí nuevamente al departamento, sin cargo de conciencia alguno. Me pregunté dónde y cómo había aprendido a ser tan perra para mis cosas. No sé dónde aprendí a liar a gente extraña en mis mil rollos bipolares emocionales.

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